ADN
Para la temporada 2025-26, la Unión Deportiva Logroñés cuenta con 18 conjuntos en su estructura: 16 de cantera, uno de fútbol inclusivo y el primer equipo. En palabras de nuestro presidente, Félix Revuelta, en “el Logroñés se forman personas por encima de todo”.
Desde la dirección de la entidad se ha instaurado una metodología basada en cuatro pilares: fútbol, hábitos, valores y responsabilidad académica. “Su suma es un compromiso con el desarrollo integral de la persona. No separamos al futbolista del estudiante, ni al deportista del ciudadano, son la misma persona en diferentes facetas, y todas merecen la misma atención y dedicación”.

Como dice el presidente, Félix Revuelta: “El desafío de nuestra institución es fomentar la educación de los chavales. Y si alguno de ellos consigue ser profesional del fútbol, mucho mejor”. De ahí que para la Unión Deportiva Logroñés el campo de fútbol, el aula de estudio, los vestuarios y la sala de vídeo sean extensiones de un mismo proceso educativo.
El fútbol es el pilar visible y el que cohesiona al resto de elementos. La motivación por el deporte y su entrenamiento nos sirve para alcanzar los demás objetivos marcados.
Como bien sabemos, la motivación te pone en marcha, pero el hábito es lo que te hace seguir adelante. El respeto a compañeros, rival y jueces, el esfuerzo y la responsabilidad en el cuidado del material e instalaciones, con ganas de mejora diaria, son hábitos clave en nuestro trabajo diario.
Por su parte, respeto, empatía, compañerismo y solidaridad son valores que sirven para que a nuestros jugadores no se les recuerde sólo por sus goles, sino por su aporte a sus compañeros y a la sociedad. Trabajamos para que los chicos y chicas que pasan por nuestro club sean personas con una formación personal adecuada que saquen a relucir por los campos de fútbol o allá por donde les lleve la vida.
En cuarto lugar, fomentamos la responsabilidad con los estudios, porque sabemos que el fútbol puede ser pasajero, pero la formación académica es para toda la vida. Incidimos en su importancia en edades tempranas para que les sirva de estímulo. Además, estamos convencidos de que un joven con una buena educación está mejor preparado para analizar el juego, gestionar su carrera y afrontar los retos de la vida.
Para lograr estos objetivos, el entrenador no es un mero instructor técnico, es un educador y un líder de referencia. Es la persona que, con su ejemplo y guía, materializa nuestros cuatro pilares en cada sesión, en cada charla, en cada decisión. Su influencia va mucho más allá de las líneas de cal: son moldeadores de carácter y los principales guardianes de nuestra cultura de club.
Para transmitir la importancia de todo ello realizamos charlas a los jugadores desde el inicio de la temporada y un seguimiento exhaustivo de sus comportamientos. Nuestra respuesta inmediata a sus conductas nos garantiza que sigan el camino marcado, transportándoles en la dirección correcta.
De igual forma, además de las reuniones periódicas de padres, realizamos un ciclo de charlas a las familias. En ellas incidimos en las diferentes temáticas que ayudan al crecimiento de los jóvenes jugadores y jugadoras. Sumamos conocimientos de hábitos deportivos, conductuales, experiencias de futbolistas profesionales o posibles peligros que pueden aparecer en sus vidas.
En definitiva, nuestro club enseña y trabaja para que nuestros jóvenes ganen en la vida. Nuestro mayor orgullo no sólo reside en los trofeos que podamos levantar, sino en la integridad con la que nuestros equipos se comportan dentro y fuera del campo. Porque, al final del camino, formamos futbolistas, pero nuestro legado serán las personas que lleguen a ser.
